En La CALA usted puede
En La CALA usted puede hacer más de nueve mil cosas distintas, estas son algunas:
- Conocer la producción textil de los indios Guna de Colombia y Panamá.
- Consultar el mayor fondo documental de España relativo a la ‘Pataphysica.
- Encontrar el tiempo y el espacio necesarios para realizar un estudio profundo, o una obra de creación.
- Escuchar la voz de los poetas hispanoamericanos más importantes del siglo XX, en grabaciones fonográficas.
- Contemplar la colección de máscaras de América del Sur.
- Aprender español.
- Encontrarse con artistas nacionales e internacionales.
- Recoger tomillo.
- Acceder a la consulta y lectura de los ocho mil volúmenes de la biblioteca.
- Analizar la interpretación tridimensional de la figura humana a partir de la colección de piezas populares del viejo y nuevo mundo.
- Contemplar exposiciones de diseño gráfico e ilustración, fotografía, escultura, dibujo, objetos, artes populares.
- Enviar y recibir un correo electrónico.
- Acercarse al arte y a la técnica fotográfica.
- Comparar una docena de ediciones de Poeta en Nueva York de García Lorca.
- Escuchar en grabación fonográfica muestras del folklore hispanoamericano.
- Diferenciar el aroma del romero y de la lavanda.
- Aprender a escribir. Escribir.
- Compartir con sus alumnos una jornada dedicada a la expresión artística.
- Recordar la vida y obra de Luis Buñuel.
- Dibujar. Aprender a dibujar.
- Proponer proyectos de investigación y creación.
- Iniciarse en los procesos de la forja.
- Ensayar.
- Oler sahumerio.
- Leer las Crónicas de Indias.
- Escuchar la voz de Apollinaire en grabación original.
- Contemplar la puesta del sol.
- Construir objetos.
- Imaginar otros mundos que puedan ponerse al lado de este mundo.
- Diseñar abecedarios.
- Medir sílabas.
- Debatir.
- Plantar un árbol.
- Realizar una búsqueda en Internet.
- Pensar.
- Hacer historietas gráficas.
- Escuchar un cuento occitano a la luz de la luna.
- Tomar café.
- Diferenciar técnicas periodísticas.
- Investigar.
- Discurrir por los senderos de la imaginación de la literatura infantil.
- Diagramar carteles.
- Aprender a respirar.
- Reconstruir la historia de la poética desde Aristóteles.
- Escuchar el canto de los pájaros.
Hasta aquí llegaba un texto que redacté en julio de 2005, el título tiene un error, dice “usted puede hacer” y debería decir “usted podrá hacer”, porque faltaban todavía cien días para que La CALA abriera sus puertas en Chodes.
Doce años después, podemos decir que todo lo imaginado, o pensado, como prefieran, ha sido realidad, algunas veces realidad excepcional, otras veces, mucha realidad.
Dan ganas de continuar la lista:
- Ver films al aire libre
- Elegir entre decenas de especias diferentes
- Construir con adobe
- Encender la chimenea
- Plantarse enfrente del atardecer
- Consultar las obras completas de Javier Villafañe
- Dibujar seres vivos del natural
- Dormir
- Clasificar una extensa iconografía de monstruos y seres maravillosos
- Pintar murales
- Interrogar en voz alta sobre la belleza
- Conocer al vecindario, intimar con el vecindario
- Lavarse la cara
- Leer en francés sin interrupción durante años
- Producir fotonovelas
- Cantar
- Acariciar a Vaca
- Ensayar el ensayo
- Celebrar inauguraciones que duran siete, ocho, nueve horas
- Escuchar el rasgueo de una guitarra, el soplo de una armónica
- Contemplar el vuelo de las grullas dos veces al año.
Podría seguir, llegar a las nueve mil:
- Atarse un zapato
- Cortar una rama de laurel
- Discutir acerca del papel de la novela en la sociedad
- Tararear un bolero
- Contar estrellas fugaces las noches de agosto.
Podría seguir, sin embargo, voy a dejar aquí el recuento: tengo, tenemos muchas cosas que hacer.