Por leer
El año 2018 en La CALA tendrá este motivo: Por leer.
La primera idea que viene a la cabeza cuando pronunciamos o escuchamos esas dos palabras, es la de un futuro en el que colocamos todo lo que nos queda por leer, a ese futuro nos emplazamos a nosotros mismos mediante mecanismos de deseo, desafío, expectación, incluso culpabilidad.
Hay sin embargo un por leer que tiene que ver con el pasado, en el que esta oración causal remite a todas las posibles consecuencias: soy feliz por leer; por leer creció mi soledad; me salvé por leer; donde a leer se le otorga la categoría de causa.
A pesar de ello, de acarrear consecuencias, en el imaginario colectivo leer es considerado como una actividad no productiva. Y es en esa condición de lo no productivo donde nos cuesta reconocerla como creativa.
Nos hemos acostumbrado demasiado rápidamente a identificar creación con producción; la identificación es forzada, puede haber producción sin creación, y puede haber creación sin producción, al menos, sin lo que reconocemos fácilmente como producción, un objeto que podemos percibir por los sentidos: un texto, un cuadro, una canción, un artilugio.
Este año La CALA quiere pensar en los creadores que no producen nada físico, a quienes han hecho de la lectura, de la lectura literaria, o de cualquier otra lectura un acto creador.
Son la inmensa mayoría, somos la inmensa mayoría, porque incluso quienes producimos, leemos más de lo que producimos.
Somos una inmensa mayoría silenciosa que llenamos la vida de actos de creación íntimos, no expresados, no comunicados.
No pretendemos hacerles un homenaje, ni sacarlos a la luz, ni reivindicarlos, no pretendemos hacer nada que perturbe ese silencio conseguido a lo largo del tiempo y ya imposible de recuperar en el lado de los productores.
Si acaso, reconocerlos, nombrarlos con un susurro, ni siquiera convocarlos, decirles. sabemos que estáis ahí, y si no estuvierais ahí, con vuestra capacidad creadora, al otro lado del frenesí de la producción, de la comunicación, de la vista pública, habría muy poca cosa que hacer.